viernes, 15 de abril de 2011

Sor Juliana, cuando sólo Dios basta

Dentro de las noticias más curiosas, pero muy testimoniales de la Vida Religiosa del siglo XXI, encontramos la figura de sor Juliana.

Se trata de una monja cisterciense belga, que vive como ermitaña en una casa prefabricada en Sotillo del Rincón (Soria), a los pies de Sierra Cebollera.

Tiene 81 años y todos los días se acuesta pronto, para levantarse de madrugada a comenzar la oración. Vive de la huerta que cultiva y, los excedentes, los reparte entre los habitantes del pueblo cercano.

Se trata de una mujer que culta que, a pesar de saber idiomas, leer filosofía y haber escrito un libro ("Aquél que yo más quiero"), vive apoyando la misión de la Iglesia desde la oración y lo escondido del silencio.

Su testimonio, que saltó a los medios por Navidad, en El Mundo (aquí) y el Norte de Castilla (aquí), es un anuncio de cómo se puede vivir prescindiendo de muchas cosas y optando en nuestra vida por Dios.

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