El retiro de Confer Diocesana (que ya anunciamos en nuestar web), dirigido por el P. Antonio Allende, sj fue muy concurrido y, cuando de verdad estamos abiertos al paso de Dios en los acontecimientos de nuestra vida, todo es Gracia porque para los que aman a Dios todo les sirve para el bien.
Fue un día muy especial, puesto que dejamos trabajos apostólicos y comunidades para revisar a la luz del evangelio y delante del Señor, cómo va funcionando nuestra consagración en medio de esta sociedad, tan materialista y en la que todos damos tantas veces, sin querer, la espalda al Señor de la vida.
Fue un día muy especial, puesto que dejamos trabajos apostólicos y comunidades para revisar a la luz del evangelio y delante del Señor, cómo va funcionando nuestra consagración en medio de esta sociedad, tan materialista y en la que todos damos tantas veces, sin querer, la espalda al Señor de la vida.
Por supuesto, la Eucaristía se transformó en centro del tiempo de retiro, y en ella tuvimos la oportunidad para darle gracias a Dios, por el don de la vida. Pero, sobre todo, por el Don inmerecido de la vocación de consagrados. ¡Qué alegría! ¡Qué derroche de pasión ha puesto Él al modelar nuestra vida!
Del retiro sugieron algunos interrogantes como:
- ¿Qué es él para mí?
- ¿Quieres seguirme?
- ¿Dónde estás tú en mi futuro?
- Por tus obras me dirás la calidad de tu Oración, si eres misericordiosa, generosa, etc
- Vivimos tiempos difíciles pero con minúscula.
- Nuestra vocación es un gran reto pero para corazones grandes.
- No podemos marcarnos las condiciones del seguimiento, más bien seguir al Jesús del Evangelio.
- Convertirnos, en las cosas pequeñas de cada día, a la Iglesia, a nuestras congregaciones, a las personas y en definitiva a Dios.
- ¡Goza y disfruta de la alegría que Dios lo hace todo bien! ¡Arriésgate a vivir como él!
Las vísperas se transformaron en un momento en que presentar al Señor los retos e inquietudes.
¡De qué agradecimiento se llena el corazón cuando vivimos momentos así! ¡Qué agradecimiento también a Confer Diocesana y a las religiosas Filipenses que nos brindaron tan especial acogida! ¡Feliz Cuaresma!
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