Es indudable que lo que se anunció como la gran fiesta de la fe está siendo precisamente una fiesta donde compartir, orar, transmitir... la fuerza, la vida de Jesús Resucitado. ¡Está siendo una experiencia maravillosa!
Durante todo el sábado hemos podido vivir con emoción la gran Vigilia de esta noche. Pero vayamos por partes.
Por la mañana, tenía lugar en La Almudena una celebración a la que han asistido nuestros hermanos religiosos que van a ser ordenados sacerdotes. Es una pequeña parte de la Vida Consagrada que ha compartido espacio con múltiples seminaristas de todo el mundo.
Pero lo grande fue esta noche... Millares de jóvenes en Cuatro Vientos, el discurso del Papa llenando el ambiente y con su fuerza siempre puesta en la Verdad y en la Caridad, los lugares de oración ante el Santísimo... Ha sido increíble. Cansado, con mucha energía y amor entregados pero compartido con millares de jóvenes que, como nosotros, seguimos a Jesús.
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